Sidra castañon comprar

Cómo hacer la mejor sidra española

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NO LE GUSTA EL DÍA DE SAN VALENTÍN

Si hay una bebida que define a Asturias, es la sidra. No hay ciudad o pueblo asturiano en el que el zumo de manzana fermentado y servido en la tradicional botella verde no forme parte de la vida cotidiana. Aunque se bebe todo el año, es especialmente popular en primavera y verano, cuando el sol empieza a despejar las nubes de Asturias.

Primero, el vertido: La botella se sostiene por encima del vaso, y el líquido salpica un poco al golpear el borde de la taza. Este movimiento permite airear la sidra y realzar sus ricos sabores. Se bebe el vaso de un solo trago, preferiblemente de pie, y se tira lo que queda al suelo (por eso los suelos de muchas sidrerías están cubiertos de serrín).

Se dice que la pequeña localidad de Villaviciosa es la cuna de la sidra, y es allí, junto con las vecinas Nava, Siero y Gijón, donde se produce la mayor parte de la sidra de la provincia. El turismo de sidra está en alza, y las sidrerías tradicionales, como Casa Cortina en Villaviciosa, ofrecen cada vez más visitas a sus destilerías, a veces acompañadas de comida tradicional asturiana.

Folk astur

Me sobrecoge porque no es en absoluto lo que esperaba cuando me llevé a los labios un vaso de boca ancha de sidra asturiana espumosa. La sidra, para los angloparlantes, tiene un sabor parecido al de una limonada ácida. En mi país, la sidra que conozco es una bebida dulce y veraniega, a menudo demasiado dulce para mi gusto.

Cuando me llega el turno de recibir una muestra de sidra, me la entregan de forma espectacular. Julián sostiene el vaso en un ángulo de cuarenta y cinco grados, extendido lejos de su cuerpo. A continuación, levanta la mano para agarrar una palanca en un gran depósito de acero inoxidable. La gira lentamente y libera un chorro de sidra que sale disparado hacia el interior del vaso. "Dentro" es relativo. A una distancia de más de un metro entre el tanque y el vaso, no toda la sidra llega a su destino. Cuando el líquido llega a la copa, salpica y hace espuma. El dramatismo sirve para algo más que para entretener; el proceso de aireación libera los sabores.

Una vez que todos los miembros del grupo han probado la sidra, pasamos a la bodega. Este espacio cavernoso está rodeado de unas 14 enormes cubas de castaño (mucho más altas que yo) que se alinean en dos de las cuatro paredes. Aquí, hasta 1,5 millones de litros de sidra fermentan bajo control natural de baja temperatura durante aproximadamente cuatro meses.

Manzanas

Antes se ganaba la vida transportando pasajeros en la ruta Quintes-Gijón-Quintes en un autocar de su propiedad, pero perdió su trabajo cuando el vehículo fue confiscado durante la guerra. Dos años después, el autocar apareció en Valladolid completamente inservible y lo vendió como chatarra por unas 12.000 pesetas. Con ese dinero y algunos ahorros que tenía, construyó el edificio principal de la sidrería.

Mi padre falleció en 1982 mientras yo hacía el servicio militar. Con el apoyo de mi madre y de mi hermana, decidí continuar su labor y, con mucho esfuerzo tanto económico como sentimental, fui creando la sidrería ubicada hasta hace poco en el barrio de Santa Ana, en Quintes, famoso por el restaurante y las fiestas dedicadas a Santa Ana que allí se organizaban.

Debido a la falta de terreno en los alrededores de la finca que permitiera realizar ampliaciones en la misma, decidimos construir otra sidrería nueva en una finca que compramos no muy lejos del emplazamiento original, en el municipio de Villaviciosa. Unas nuevas instalaciones que esperamos sean de su agrado, donde podrá visitar nuestro lagar y degustar nuestra sidra natural.