Chorizo a la sidra arguiñano
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En primer lugar, no lleves tacones ni ningún tipo de calzado incómodo, porque vas a estar de pie todo el tiempo. Si tienes suerte, puede que encuentres un taburete, pero la mayoría de los bares de pintxos no son más que largos mostradores cubiertos de delicatessen.
Como la mayoría de los restaurantes Michelin, este lugar tiene un concepto original: el menú está en la pared y no se indican los ingredientes. Los platos del menú se basan en referencias culturales de un plato español conocido o en una cita. El restaurante transforma estos platos tradicionales en un concepto original y sabroso.
Empanada gallega de calabizo (chorizo vegano)
La historia de la sidrería de Avilés, situada en la plaza de El Carbayedo, comienza en 1845, cuando el Tataguya ya existía como fonda y casa de comidas bajo el nombre de Casa Campanal. Posteriormente, en 1905, se convirtió en Casa Tataguyo, su nombre actual, siendo Juan Rivero Santamaría el propietario del restaurante desde 1985.
Destaca también la calidad de su materia prima, que incluye pescados y mariscos de los puertos de Avilés y Cudillero, carnes rojas y quesos asturianos y la incorporación de platos de temporada, más innovadores pero fieles a sus principios.
Huevos al horno con chorizo en salsa de tomate | Huevos a la flamenca
Durante casi 150 años, las sociedades gastronómicas privadas de San Sebastián o txokos ("rincón acogedor" en euskera) han sido de procedencia casi exclusiva de los hombres, un lugar donde podían beber, fumar, cocinar, maldecir y contar chistes. A lo largo de las décadas, los txokos han llegado a representar algunos de los lugares más auténticos para comer en la ciudad, ya que los socios compiten entre sí por las mejores versiones de los platos caseros más habituales, como la morcilla de Burgos. Cada socio tiene una llave del txoko y puede pasar a cocinar para sus amigos o combinar fuerzas con otros socios para una comida familiar. El ambiente es cálido, la conversación empapada de sidra y vino es cordial y a menudo jocosa. Algunos socios acuden semanalmente, mientras que otros sólo acuden un par de veces al año cuando reservan el club para ocasiones especiales. Es una alcoba cuyos miembros se comprometen a disfrutar de la vida -y de la afamada cocina de la región- con sus seres queridos.
Los txokos empezaron a aparecer en la región vasca en la década de 1870, cuando la industria marítima era clave para la economía de la región, y los hombres solían estar lejos en el mar. En su ausencia, las mujeres dirigían los hogares y gran parte de la economía. Cuando los hombres regresaban, se rebelaban de forma no oficial contra la sociedad matriarcal local formando clubes.
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Jerry Adler, de Newsweek, escribió: ... La comida española -especialmente la cocina catalana de influencia mediterránea, con aroma a ajo y aceite de oliva- está a punto de superar a la india y a la tailandesa en la larga competición por ser coronada como la nueva italiana.
Como mujer, fui educada con un sano respeto por la comida: se supone que debe ser cocinada y utilizada de manera óptima para alimentar al mayor número de personas posible, no desperdiciada ni jugada para el capricho.
La cocina catalana es un nuevo invento. Hasta ahora su cocina era poco sofisticada y tosca como la de todo el mundo (quizás incluso más), hacían cosas como butafarra, comían pan con tomate (pan-amb-tumaca) y puerros al horno (calçots). En los últimos años, sobre todo después de las Olimpiadas de 1992, han desarrollado las infraestructuras para el turismo de alto nivel (congresos, etc.) que, obviamente, no se van a disputar con la butifarra. ...llegan los artistas del hokus-pokus que sirven virutas de gambas con perlas de zumo de manzana desestructuradas...