Ofertas sidrerias astigarraga
San sebastián restaurantes con estrella michelín
El País Vasco tiene una fuerte tradición en torno a la sidra que se remonta a varios cientos de años. Hoy en día, esta tradición se mantiene y desde mediados del siglo XX se refuerza con la experiencia del "Txotx", que acoge cada año a casi un millón de visitantes. Sagardoaren Lurraldea, la Sidrería Vasca, es la marca conjunta que promueve la cultura y el turismo de la sidra, que tiene su corazón en las localidades de Astigarraga, Hernani y Usurbil.
La sidra tradicional vasca se produce con métodos naturales a través de la fermentación espontánea del zumo de manzana recién exprimido. Las manzanas se recogen en otoño y la sidra se produce principalmente en barriles tradicionales de madera de castaño, en depósitos de acero inoxidable o en recipientes de fibra de vidrio. A mediados de enero comienza la temporada del "txotx", que recuerda los tiempos en los que los propietarios de los molinos de sidra invitaban a los vecinos a degustar la primera sidra del año. La palabra "txotx" hace referencia al palo que se utiliza para cerrar un pequeño agujero en los barriles. Cuando se retira el palito, la sidra se escancia directamente del barril al vaso. Hasta no hace mucho tiempo las sidrerías sólo abrían hasta abril o mayo, cuando se embotellaba la sidra. Hoy en día, gracias a la conservación de la sidra mediante el control de la temperatura, algunas sidrerías permanecen abiertas durante todo el año.
Tierra astur
El análisis de inmunofluorescencia de V5 Tag se realizó utilizando células HEK-293 transfectadas con V5-H3-6XHis al 70% de confluencia. Las células se fijaron con paraformaldehído al 4% durante 10 minutos, se permeabilizaron con Triton™ X-100 al 0,1% durante 15 minutos y se bloquearon con BSA al 2% durante 1 hora a temperatura ambiente. Las células se marcaron con el anticuerpo monoclonal V5 Tag (producto nº R960-25) a una dilución de 1:100 y con el anticuerpo policlonal recombinante de la histona H3 (producto nº 711055) a 0,5 µg/mL en 0. 1% de BSA, incubado a 4 grados centígrados durante la noche y luego marcado con el anticuerpo secundario anti-IgG de cabra (H+L) de alta reabsorción, Alexa Fluor Plus 647 (producto nº A32728) y el anticuerpo secundario anti-IgG de cabra (H+L) de alta reabsorción, Alexa Fluor Plus 488 (producto nº A32731) respectivamente a una dilución de 1:2000 durante 45 minutos a temperatura ambiente. El panel a (Núcleos: Rojo) representa la etiqueta V5. El panel b (Núcleos: Verde) representa la Histona H3. El panel c (Núcleos: Azul) representa ProLong™ Diamond Antifade Mountant con DAPI (Producto # P36962). El panel d representa la imagen fusionada que muestra la co-localización de las señales nucleares en las células transfectadas. El panel e representa las células HEK-293 no transfectadas. El panel f representa células de control sin anticuerpo primario para evaluar el fondo. Las imágenes se capturaron con un aumento de 60X.
Guía turística de San Sebastián
Puede que una sidrería no sea lo primero en su lista cuando planea un viaje al País Vasco. Sin embargo, estos establecimientos tienen una larga tradición y son una parada muy recomendable para quienes buscan una auténtica experiencia culinaria en San Sebastián.
Más allá de los pintxos y de la cocina de autor por la que San Sebastián es tan famosa, la sidra local es otra de las señas de identidad de la ciudad y de la región. Los vascos llevan siglos elaborando sidra, aunque la historia ha hecho mella en el sector. Antes de la Guerra Civil había unas 800 sidrerías en la zona; ahora apenas un centenar mantiene viva la tradición.
Destacan las sidrerías de Astigarraga, así como las de Hernani, Urnieta y Usurbil. La mayoría de las sidrerías se encuentran en el noroeste de Gipuzkoa. ¿Listo para probar las mejores sidrerías de Donostia-San Sebastián y alrededores? Prepara tu cuaderno porque estamos a punto de revelar una selección de sidrerías que no querrás perderte.
Las sidrerías son hoy en día un elemento muy popular en los itinerarios turísticos de San Sebastián, aunque no siempre fue así. Hace siglos, los productores organizaban catas privadas para sus compradores, esperando impresionar a los paladares más exigentes con sus sidras celosamente guardadas en barricas tradicionales.
Zelaia
Hace varias semanas les serví una refrescante sidra del Principado de Asturias. Pero ahora que nos adentramos en la temporada de cosecha de manzanas en otoño (a la que seguirá la temporada alta de consumo de sidra, de enero a abril/mayo), también me corresponde mencionar la sidra que se elabora a unos cien kilómetros al este, en Euskadi (el País Vasco).
También es una tradición -aunque quizá no tan extendida e intrínseca a la identidad vasca como lo es a la asturiana- la llamada sagardoa (literalmente, "vino de manzana"), que procede especialmente de las zonas productoras de manzanas de la provincia de Gipuzkoa, convenientemente a un paso (15-30 minutos en coche) de Donostia (San Sebastián), lo que supone una bonita excursión de un día o una tarde. En el centro de la acción de la manzana se encuentra un trío de encantadoras ciudades llamadas Astigarraga (arriba, con 5.500 habitantes), Ursubil (con 6.200 habitantes) y Hernani (con 19.000 habitantes), que se remontan a la Edad Media y tienen muchos lugares naturales e históricos que ofrecer a los visitantes.
Sin gas, sin azúcar (francamente un poco agrio) y de color dorado turbio, este brebaje es un aspecto clásico de la cultura y la cocina vasca, pero lamentablemente había entrado en declive al final de la era de Franco. Sin embargo, desde mediados de los años ochenta se ha recuperado con una renovada popularidad, y la mejor manera de disfrutarla es acudir a una de las sagardotegi (sidrerías, en plural), donde se escancia la sidra directamente de las kupelas (barricas, dándole un poco de aireación para animarla), además de degustar la cocina local (un plato especialmente tradicional de las sidrerías es la tortilla de bacalao en salazón). Muchas sidrerías están adscritas a lazos que ofrecen visitas y degustaciones, y están abiertas sólo durante la temporada, pero una que está abierta todo el año es Petritegi, en Astigarraga.